En nuestra asesoría tratamos diariamente con la realidad de numerosas empresas. Sin embargo, suele haber un común denominador entre todas: el temor a los impuestos.
Desde nuestra asesoría hemos intentado aclarar algunos de los puntos más destacados de las declaraciones a Hacienda, impuesto de sociedades, etc.
Uno de los temas que hay que tener en cuenta a la hora de hacer el Impuesto de Sociedades son los activos amortizables.
Tu asesoría te explica qué son los activos amortizables
Pero, ¿qué son los activos amortizables para una empresa? Para empezar, hay que saber que son amortizables porque son activos que te puedes deducir en tu declaración.
Se consideran activos amortizables todos aquellos cuyo valor disminuya por el uso, porque se deterioren por causas naturales o por otras causas (salvo las exclusivamente monetarias). Se trata de activos que van a requerir que, tarde o temprano, inviertas en su reparación o conservación, y a pesar de ello, seguirán perdiendo valor.
En realidad, activos amortizables serían la mayoría de inmovilizados (materiales o inmateriales) de una empresa.
Así, por ejemplo, activos amortizables materiales serían los edificios, la maquinaria, mobiliario, equipos informáticos, instalaciones, elementos de transporte y las inversiones inmobiliarias.
También activos amortizables, pero inmateriales, serían, por ejemplo, las aplicaciones informáticas, los gastos de instalación, los derechos de autor…
¿Cómo se amortizan?
Cada tipo de activo se amortizará de una manera más lenta o más rápida. Ello dependerá del tiempo que vaya a ser útil para la empresa. Por ejemplo, los edificios se amortizarán como mucho al 3% porque se presupone que van a durar muchos años.
Sin embargo, otros activos como los útiles y las herramientas se amortizan al 30%, porque van a tener una duración más corta. Igual que los equipos informáticos, que se amortizan al 25%.
Si tienes cualquier duda sobre tus activos amortizables, acude a nuestra asesoría.
