Una contabilidad saneada es una garantía para que tu empresa marche bien. Por eso, desde nuestra asesoría en Madrid te hemos ofrecido ya algunos consejos para que la contabilidad no sea la asignatura pendiente de tu negocio.
Aunque dejar en manos expertas, como las de Smartup Consulting, sea lo más eficiente y efectivo, es importante que estés al día de cómo llevar la contabilidad de tu empresa en el día a día.
Cómo gestionar los libros contables o qué errores no cometer al emitir una factura pueden ser consejos útiles a seguir.
Pero hay más. Hoy queremos hablarte de los albaranes.
¿Qué son los albaranes? Smartup Consulting te lo cuenta
En esencia un albarán es un documento mercantil que acredita la entrega de una mercancía.
El receptor de la mercancía debe firmar este albarán. Así se tiene constancia de que el pedido se ha recibido. Es decir, su función es la de ser una prueba de la entrega. Pero no cualquier prueba.
Cuando el receptor firma un albarán significa que la mercancía ha sido recibida en buenas condiciones.
El receptor suele quedarse con el albarán original y la copia va para el vendedor. Con este albarán el vendedor puede emitir su factura.
¿Qué diferencia un albarán de una factura?
Aunque ambos tengan un aspecto similar, un albarán no cumple funciones tributarias y no es obligatorio. La factura sí.
Además, el albarán no suele incluir el precio de la mercancía entregada. Mientras que la factura, sí.
A pesar de que no sea obligatorio, para que un albarán tenga validez ha de incluir datos como el lugar y fecha de emisión del albarán, el código o número de documento, datos identificativos del emisor y receptor, lugar y fecha de entrega y firma y sello.
¿Cuándo hay que conservar un albarán?
La experiencia en nuestra asesoría en Madrid nos dice que casi siempre la información de un albarán se refleja en su correspondiente factura.
Sin embargo, en ocasiones, en lugar de eso en la factura sólo se menciona o se hace referencia al albarán y no a la información en sí. En ese caso, habrá que conservar el albarán y ponerlo anexo a la factura.
Esto suele pasar, sobre todo, en las facturas recapitulativas. Es decir, en aquellas que incluyen información sobre distintas operaciones realizadas para un mismo destinatario dentro de un mes natural.
¿Alguna duda con los albaranes? Ponte en contacto con los expertos de Smartup Consulting.