Muchos de los clientes de nuestra asesoría fiscal son autónomos. Las dudas más habituales entre ellos están relacionadas con los impuestos que deben pagar. También las deducciones de las que pueden beneficiarse es otra de las consultas a las que responden nuestros especialistas.
Sobre las exenciones y deducciones para autónomos ya os hemos hablado. Ahora le toca el turno a los impuestos.
Desde nuestra asesoría fiscal explican que son tres los impuestos a los que deben hacer frente los autónomos.
Por un lado, la cuota de autónomo. Es la primera obligación del autónomo en nuestro país. Esta cuota es fija independientemente de si se gana más o menos.
Esta cuota es de 283,3 euros para los autónomos que trabajan por cuenta propia y tienen una base de cotización de 944,4 euros.
Si eres un autónomo societario la cuota subirá hasta 364,22 euros. La base mínima de cotización de 1.214,08 euros.
Eso sí, existe una “tarifa plana” para aquellos que acaben de darse de alta de autónomo. Durante los primeros 12 meses pagarán 60 euros al mes.
Otro de los impuestos a los que ha de hacer frente el autónomo, como destacan desde nuestra asesoría fiscal, es el pago del IVA. Los autónomos deben incluir en sus facturas el concepto de IVA. En este sentido, el autónomo actúa como “recaudador de Hacienda”, como ya te explicamos cuando hablamos del IVA soportado y repercutido.
La diferencia entre ambos IVAs es lo que deberán presentar a Hacienda. Para ello, completan cada trimestre el modelo 303. Para saber en qué plazos hay que presentar este modelo, consulta con nuestra asesoría fiscal.
Finalmente, el tercer impuesto que han de pagar los autónomos es el IRPF. Éste es el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas. El IRPF se abona también de manera trimestral. Este impuesto sí dependerá de lo que factures.
Si eres un nuevo autónomo, deberás tributar por un 7%. Si llevas siendo autónomo más de dos años deberás tributar el 15%.
Tus facturas deberán contar con la retención del IRPF.
Para pagar este impuesto se ha de presentar el modelo 131 o bien el modelo 130 si se trata de una estimación directa normal.
Lo “bueno” de este impuesto es que los autónomos tienen una serie de gastos “deducibles” por los que no tienen que tributar.
¿Tienes dudas? Acude a la asesoría fiscal de Smartup Consulting.